Esta ley explica que todo el mundo fenomenal o universo es una creación mental del TODO en cuya mente vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser, esto explica los fenómenos mentales y psíquicos de algunas personas y que son incomprensibles, desafiando toda hipótesis científica. El conocer esta ley ayuda al adepto a usar concientemente su mente, en vez de usarla por casualidad o ser usado por ella. El discípulo puede con esta ley abrir las puertas del templo del conocimiento mental y psíquico y entrar en el mismo, libre e inteligentemente. Un maestro decía, ‘El que comprenda la verdad de que el universo es mental, esta muy avanzado en el sendero del adepto’.
SEGUNDA LEY: La ley de la generación.
La generación existe por doquier; todo tiene sus principios masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos.Esta ley encierra la verdad de que la generación se manifiesta en todo, estando siempre en acción los principio masculinos y femenino. Estos es verdad, no solamente en el plano físico, sino también en el mental y en el espiritual. En el mundo físico esta ley se manifiesta como ‘sexo’, y en los planos superiores toma formas mas elevadas. Ninguna creación física, mental o espiritual es posible sin este principio. Si se desea conocer la filosofía de la creación, generación y regeneración mental y espiritual, se debe estudiar esta ley, pues en ella contiene la solución de muchos de los misterios de la vida. Hay que advertirle a los adeptos que esta ley de generación nada tiene que ver con las perniciosas y degradantes teorías, enseñanzas y practicas que se anuncian con llamativos titulares, las cuales no son mas que una prostituciòn del gran principio natural de generación. Tales teorías y practicas no son mas que la resurrección de las antiguas doctrinas falicas, que solo pueden producir la ruina de la mente, del alma y del cuerpo, y las filosofías de los monjes herméticos siempre han alzado su voz de protesta contra estas licencias y perversiones de los principios naturales. Para el puro todas las cosas son puras, para el ruin todas las cosas son ruines.
La generación existe por doquier; todo tiene sus principios masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos.Esta ley encierra la verdad de que la generación se manifiesta en todo, estando siempre en acción los principio masculinos y femenino. Estos es verdad, no solamente en el plano físico, sino también en el mental y en el espiritual. En el mundo físico esta ley se manifiesta como ‘sexo’, y en los planos superiores toma formas mas elevadas. Ninguna creación física, mental o espiritual es posible sin este principio. Si se desea conocer la filosofía de la creación, generación y regeneración mental y espiritual, se debe estudiar esta ley, pues en ella contiene la solución de muchos de los misterios de la vida. Hay que advertirle a los adeptos que esta ley de generación nada tiene que ver con las perniciosas y degradantes teorías, enseñanzas y practicas que se anuncian con llamativos titulares, las cuales no son mas que una prostituciòn del gran principio natural de generación. Tales teorías y practicas no son mas que la resurrección de las antiguas doctrinas falicas, que solo pueden producir la ruina de la mente, del alma y del cuerpo, y las filosofías de los monjes herméticos siempre han alzado su voz de protesta contra estas licencias y perversiones de los principios naturales. Para el puro todas las cosas son puras, para el ruin todas las cosas son ruines.
TERCERA LEY: La ley del ritmo
Todo fluye y refluye; todo tiene sus periodos de avance y retroceso; todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma es la misma que su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.Hay siempre una acción y una reacción, un avance y un retroceso, una ascensión y un descenso, y esto se rige para todo, soles, mundos, animales, energía, materia y en los estados mentales del hombre donde el principio se hace más importante. Los maestros han descubierto métodos para escapar de sus efectos, mediante el empleo de las formulas y métodos apropiados. Como es la ley mental de neutralización. No pueden anular esta ley o impedir que opere, pero han aprendido a eludir sus efectos hasta cierto grado, grado que depende del dominio que se tenga de la ley del ritmo. El maestro se polariza a si mismo en el punto donde desea quedarse, y entonces neutraliza la oscilación rítmica del péndulo que tendería a arrastrarlo hacia el otro polo. Todos los que han logrado adquirir cierto dominio sobre si mismos ejecutan esto hasta cierto punto conciente o inconcientemente, pero el maestro lo efectúa concientemente y por el solo poder de su voluntad alcanza un grado tal de estabilidad y firmeza mental casi imposible de concebir por los demás que están en un va y viene de continuo movimiento ondulatorio.
Todo fluye y refluye; todo tiene sus periodos de avance y retroceso; todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma es la misma que su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.Hay siempre una acción y una reacción, un avance y un retroceso, una ascensión y un descenso, y esto se rige para todo, soles, mundos, animales, energía, materia y en los estados mentales del hombre donde el principio se hace más importante. Los maestros han descubierto métodos para escapar de sus efectos, mediante el empleo de las formulas y métodos apropiados. Como es la ley mental de neutralización. No pueden anular esta ley o impedir que opere, pero han aprendido a eludir sus efectos hasta cierto grado, grado que depende del dominio que se tenga de la ley del ritmo. El maestro se polariza a si mismo en el punto donde desea quedarse, y entonces neutraliza la oscilación rítmica del péndulo que tendería a arrastrarlo hacia el otro polo. Todos los que han logrado adquirir cierto dominio sobre si mismos ejecutan esto hasta cierto punto conciente o inconcientemente, pero el maestro lo efectúa concientemente y por el solo poder de su voluntad alcanza un grado tal de estabilidad y firmeza mental casi imposible de concebir por los demás que están en un va y viene de continuo movimiento ondulatorio.
CUARTA LEY: La ley de vibración.
Nada esta inmóvil, todo se mueve, todo vibra. Esta ley explica las diferencias entre las diversas manifestaciones de la materia, de la fuerza, de la mente y aun del mismo espíritu, las que no son sino el resultado de los varios estados vibratorios. La vibración del espíritu es de una intensidad infinita, tanto, que prácticamente puede considerarse como si estuviera en reposo, de igual manera que una rueda que gira rápidamente parece que esta sin movimiento. Y en el otro extremo de de la escala hay formas de materia densísima, cuya vibración es tan débil que parece también estar en reposo. Una perfecta comprensión de esta ley habilita al adepto a controlar sus propias vibraciones mentales, así como las de los demás. Los maestros decían, El que comprenda el principio vibratorio ha alcanzado el centro del poder.
Nada esta inmóvil, todo se mueve, todo vibra. Esta ley explica las diferencias entre las diversas manifestaciones de la materia, de la fuerza, de la mente y aun del mismo espíritu, las que no son sino el resultado de los varios estados vibratorios. La vibración del espíritu es de una intensidad infinita, tanto, que prácticamente puede considerarse como si estuviera en reposo, de igual manera que una rueda que gira rápidamente parece que esta sin movimiento. Y en el otro extremo de de la escala hay formas de materia densísima, cuya vibración es tan débil que parece también estar en reposo. Una perfecta comprensión de esta ley habilita al adepto a controlar sus propias vibraciones mentales, así como las de los demás. Los maestros decían, El que comprenda el principio vibratorio ha alcanzado el centro del poder.
QUINTA LEY: La ley de polaridad
Todo es doble; todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son semiverdades; todas las paradojas pueden reconciliarse.Esta ley explica que en cada cosa hay dos polos, dos aspectos, y que los opuestos no son en realidad sino los extremos de la misma cosa, consistiendo la diferencia, simplemente, en diversos grados entre ambos. El calor y el frío, aunque opuestos, son la misma cosa, diferenciándose solo por grados, si se mira un termómetro, no se puede averiguar donde empieza el calor y donde termina el frío, por tanto estos conceptos de frío y calor no son mas que una misma cosa que nosotros llamamos calor.El bien y el mal no son sino los polos de una misma y sola cosa, por tanto el adepto que conoce esta ley puede usar el poder de su voluntad para transmutar el mal en el bien, En una palabra el arte de polarizar se concierte en una fase de la alquimia mental, conocida y practicada por los antiguos maestros que decían, La perfecta comprensión de esta ley capacita para cambiar la propia polaridad, así como la de los demás, si uno se toma el tiempo y estudia lo necesario para dominar este arte.
Todo es doble; todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son semiverdades; todas las paradojas pueden reconciliarse.Esta ley explica que en cada cosa hay dos polos, dos aspectos, y que los opuestos no son en realidad sino los extremos de la misma cosa, consistiendo la diferencia, simplemente, en diversos grados entre ambos. El calor y el frío, aunque opuestos, son la misma cosa, diferenciándose solo por grados, si se mira un termómetro, no se puede averiguar donde empieza el calor y donde termina el frío, por tanto estos conceptos de frío y calor no son mas que una misma cosa que nosotros llamamos calor.El bien y el mal no son sino los polos de una misma y sola cosa, por tanto el adepto que conoce esta ley puede usar el poder de su voluntad para transmutar el mal en el bien, En una palabra el arte de polarizar se concierte en una fase de la alquimia mental, conocida y practicada por los antiguos maestros que decían, La perfecta comprensión de esta ley capacita para cambiar la propia polaridad, así como la de los demás, si uno se toma el tiempo y estudia lo necesario para dominar este arte.
SEXTA LEY: la ley de correspondencia
Como es arriba es abajo, como abajo es arriba. Esta ley encierra la verdad de que hay siempre una cierta correspondencia entre las leyes y los fenómenos de los varios estados del ser y de la vida, lo que nos da una clave para resolver muchos de los mas oscuros problemas y paradojas de los misterios secretos de la naturaleza. Esta ley es la que explica la existencia de la astrología, en donde a través del estudio de los astros y sus movimientos, se crean cambios de comportamientos en los humanos y en la naturaleza, lo cual es verificables con estadísticas precisas. Con el estudio de la ley de correspondencia el se habilita para razonar inteligentemente sobre lo conocido hasta entender lo desconocido, es decir el estudio de los astros físicos no llevara a entender al arcángel o logos planetario que representa.
Como es arriba es abajo, como abajo es arriba. Esta ley encierra la verdad de que hay siempre una cierta correspondencia entre las leyes y los fenómenos de los varios estados del ser y de la vida, lo que nos da una clave para resolver muchos de los mas oscuros problemas y paradojas de los misterios secretos de la naturaleza. Esta ley es la que explica la existencia de la astrología, en donde a través del estudio de los astros y sus movimientos, se crean cambios de comportamientos en los humanos y en la naturaleza, lo cual es verificables con estadísticas precisas. Con el estudio de la ley de correspondencia el se habilita para razonar inteligentemente sobre lo conocido hasta entender lo desconocido, es decir el estudio de los astros físicos no llevara a entender al arcángel o logos planetario que representa.
SEPTIMA LEY: La ley de causa y efecto
Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo con la ley; la suerte no es mas que el nombre que se le da a una ley no conocida; hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la ley.Esta ley explica que nada ocurre casualmente y que todo sucede conforme a una ley. La suerte es una palabra vana, por que nadie escapa totalmente a la ley. Los maestros conocen los medios y métodos por los cuales se puede ascender más allá del plano ordinario de causas y efectos, hasta cierto grado, y alcanzando mentalmente el plano superior se convierten en causas en vez de efectos. Los maestros, habiendo alcanzado el plano superior, dominan sus modalidades, sus caracteres, sus cualidades y poderes, así como el medio ambiente que los rodea, convirtiéndose de esta manera en dirigentes, en vez de ser los dirigidos. Utilizan el principio en vez de ser sus instrumentos. Los maestros obedecen a lo causativo de los planos superiores a aquel en que se encuentran, pero prestan su colaboración para regular y regir en su propio plano.
Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo con la ley; la suerte no es mas que el nombre que se le da a una ley no conocida; hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la ley.Esta ley explica que nada ocurre casualmente y que todo sucede conforme a una ley. La suerte es una palabra vana, por que nadie escapa totalmente a la ley. Los maestros conocen los medios y métodos por los cuales se puede ascender más allá del plano ordinario de causas y efectos, hasta cierto grado, y alcanzando mentalmente el plano superior se convierten en causas en vez de efectos. Los maestros, habiendo alcanzado el plano superior, dominan sus modalidades, sus caracteres, sus cualidades y poderes, así como el medio ambiente que los rodea, convirtiéndose de esta manera en dirigentes, en vez de ser los dirigidos. Utilizan el principio en vez de ser sus instrumentos. Los maestros obedecen a lo causativo de los planos superiores a aquel en que se encuentran, pero prestan su colaboración para regular y regir en su propio plano.
